Teatro "Infanta Leonor" de Jaén
Alucinante. Es todo lo que puedo decir. Después de tropecientosmil años esperando tener un teatro decente en Jaén, resulta que no es tan bueno como parecía. Desde hace mucho el único teatro de la ciudad ha sido el Darymelida, una miniatura con capacidad para 429 personas que se quedaba pequeño para casi todos los espectáculos que venían. Ahora, el nuevo Infanta Leonor tiene dos salas, una para 800 y otra para 200 personas, que ya es otra cosa. Pero tenía que haber algo detrás de la buena noticia. Lo que voy a poner a continuación son pequeños detalles que se han hecho patentes una vez que el teatro ha pasado del plano a la realidad. Nada, son tonterías:
- No hay salidas de emergencia, ni indicaciones fosforitas indicando una salida cualquiera en caso de emergencia.
- Se entra al teatro por la puerta trasera, mientras que la principal permanece cerrada sin motivo aparente.
- Habían hecho el patio de butacas sin un solo asiento para minusválidos. ¿Solución? Quitar la última fila y que se pongan allí. Eso por minusválidos.
- Las puertas para que los camiones descarguen los escenarios son demasiado pequeñas, así que hay que llegar, descargar y montar fuera, y luego meterlo todo.
- El foso es demasiado pequeño para los músicos, de modo que cuando hay "demasiados" tienen que encajarse como un puzzle para poder estar todos a la vez.
- La cafetería y el guardarropa permanecen siempre cerrados.
Éste es mi Jaén. Sin duda.
- No hay salidas de emergencia, ni indicaciones fosforitas indicando una salida cualquiera en caso de emergencia.
- Se entra al teatro por la puerta trasera, mientras que la principal permanece cerrada sin motivo aparente.
- Habían hecho el patio de butacas sin un solo asiento para minusválidos. ¿Solución? Quitar la última fila y que se pongan allí. Eso por minusválidos.
- Las puertas para que los camiones descarguen los escenarios son demasiado pequeñas, así que hay que llegar, descargar y montar fuera, y luego meterlo todo.
- El foso es demasiado pequeño para los músicos, de modo que cuando hay "demasiados" tienen que encajarse como un puzzle para poder estar todos a la vez.
- La cafetería y el guardarropa permanecen siempre cerrados.
Éste es mi Jaén. Sin duda.