3.11.04

Jorge Arbusto otra vez

¡Qué alegría! ¡Bien! Después de una larga noche de despetar y volverme a dormir intranquilo por lo que sucedía al otro lado del Atlántico, por fin me he enterado esta mañana de que George Bush seguirá siendo unos años más el protector del mundo. Como decían por ahí, esto no significa ¡preparáos EE.UU!...no, no, no. ¡Qué se prepare el mundo entero porque un criminal seguirá gobernándonos más tiempo todavía! Parece una pesadilla, pero no lo es. Yo, sinceramente y casi de forma inconsciente, esperaba que Kerry fuera el ganador. Tantas cosas han ocurrido en tan poco tiempo, y todas tan mal hechas, que yo pensaba: 'No puede ser posible que este capullo salga elegido otra vez'. Pero no, Jesús, ¡incrédulo de tí! El caso es que la única forma de ser capaz de soportar esto es...bueno, no lo sé. Aun así, estos enlaces te ayudan a pasar el mal rato, que algo es algo (uno de ellos va sobre Aznar, un viejo amigo de juergas de Bush)...saludos apesadumbrados.

- http://www.michaelmoore.com

- http://www.bushin30seconds.org

- http://www.aznar.net

2.11.04

"Red" de King Crimson

Este artículo fue publicado en la web de periodismo musical www.musicss.net en Abril de 2004. Por motivos de autoría me he permitido publicarlo en este blog, dado que www.musicss.net desapareció hace varios meses.





“Red” (1974), séptimo disco de estudio de King Crimson, pertenece a la segunda etapa del grupo. En la primera tenemos discos bastante buenos como pueden ser “Lizard”, “Islands” y, sobre todo, “In the Court of the Crimson King”. Éste había sido el trabajo inicial y con el que desde el principio se habían puesto en el candelero. Hay que decir que King Crimson ha sido prácticamente en todas sus etapas (muchas y con complicados cambios de sus miembros) un grupo exitoso y conocido teniendo en cuenta el estilo que hacen, difícil de entender a veces. En los años 70 los máximos exponentes de la vertiente sinfónica en el rock eran YES y King Crimson. Pero había una diferencia para el público: mientras que a los primeros se les tenía por una visión mas optimista de la música y la vida en general, muchas composiciones de los Crimson son muy pesimistas y decadentes, capaz de llevar al oyente al mismo infierno (no hay ejemplo más claro que el tema “I Talk to the Wind”). Este disco, “Red”, ilustra tal encasillamiento perfectamente.

Hemos dicho arriba que King Crimson ha pasado por varias formaciones. En esta segunda etapa nos encontramos con lo que se ha llamado Mark III; o sea, el tercer cambio de formación desde que el conjunto comenzara sus andaduras. Es más, para “Red” había solamente tres miembros en el grupo, siendo los demás músicos meros colaboradores. Así, vemos a Fripp a las guitarras, Bruford a la batería y Wetton con el bajo y la voz. Los demás instrumentos que sonaban lo hicieron a cargo de los ya habituales David Cross (violín), Mel Collins (saxo soprano), Ian McDonald (saxo alto), Robin Miller (oboe) y Mark Charig (corno).

Lo primero que varía en este disco respecto a los anteriores es la portada. Vemos a los tres Crimson posando de manera exagerada ante la cámara en un primer plano de ambiente oscuro. Ciertamente parece a primera vista un disco de intelectuales, tal es la concepción que se ha tenido de este grupo desde siempre. Son difíciles de entender y de difícil comprensión, al menos a priori. El caso es que es la única portada de su extensa discografía que muestra a los miembros tal cual, ya que lo normal es que aparezca un dibujo. Comparando esto con las extrañas portadas de otros discos la verdad es que no nos parecen los mismos Crimson. La angustia del grito de “In the Court of the Crimson King” y el terror de las caras de “In the Wake of Poseidon” distan años de la sensatez y amabilidad de estas tres caras en “Red”. No vamos a entrar en especulaciones acerca del por qué de esto, pero es cierto que en Agosto de 1974, año de publicación del disco, se toman un pequeño descanso hasta 1981. Los directos de King Crimson en esta época son “USA”, “The Night Watch” y “The Great Deceiver”. Comparando con otras etapas del grupo la verdad es que son bastantes los directos que hay en estos años, con mención especial para el último nombrado.



Es el tema homónimo del disco el que precisamente empieza lo que entonces hubiéramos llamado ‘la cara a’. El mejor tema de los cinco nos aborda de repente y lo que mejor entendemos es la tormenta de guitarras, fascinante Fripp, de principio a fin. Las subidas y bajadas de esta canción siempre nos han parecido de lo mejor del grupo, al igual que los únicos momentos calmados con esos violines sobrevolando el tema por el horizonte. Desde este mismo momento entendemos que el que corta el bacalao aquí es Fripp, no en vano este tema es suyo y es el único componente que firma en todas las canciones del álbum. Antes de habernos dado cuenta estamos ya con “Fallen Angel”, que podríamos llamar balada quizás, con voz y transmisora de tranquilidad tras el terremoto anterior. La voz hace una melodía que oímos claramente, pero merece la pena fijarse en el oboe, que simultáneamente va dibujando notas de igual calidad. “One More Red Nightmare” llega, y sin darnos cuenta vamos por la mitad del disco ya. Esta canción le da mucho aire a “Red”, con un estilo rápido aunque vocal esta vez. Los solos de saxofones al final muestran claramente el por qué se ha considerado a King Crimson complicado de escuchar a veces. La forma en que guitarras y saxos se van intercalando entre sí es sublime, y la verdad es que hacen falta bastantes escuchas para quedarse con la esencia de la canción. Más de uno se ha rendido antes de conseguir esto. Aunque si hemos dicho eso sobre “One More Red Nightmare” no menos se puede decir sobre “Providence”. Sus más de ocho minutos son pura improvisación por parte de todos para el oído pagano. Sin embargo, oír esta canción en directo muestra qué bueno se puede llegar a ser en esto de la música: ni una nota de más ni una de menos. Y para finalizar “Starless”, una de las obras más conocidas de King Crimson debido su tristeza y a la vez sencillez. El comienzo es lento, con cadencia, y, como dijo el crítico José Manuel Costa, la canción crea ‘un ambiente repetitivo y ascendente que desencadena a un saxo desesperado, buscando no se sabe qué salvación o cantando no se sabe qué despedida trágica. Es toda una epopeya, algo que en su momento haría saltar las lágrimas y que con el tiempo no ha perdido nada’.

Merece la pena destacar que hace ahora mismo treinta años desde la aparición de “Red” y que es un disco con un sonido tan actual, tan bien hecho, que más de uno nombraría a unos tales Dream Theater si no supiera quien es el intérprete en realidad. Igualmente hay que destacar a Fripp en este álbum por encima de Bruford y Wetton, de cuya mano se nota que sale gran parte de la música aquí contenida. Por algo será que un par de años después de este trabajo David Bowie le buscaría para su disco “Heroes” (1977). Como comentario final, simplemente hay que darle una oportunidad a “Red”, quizás con menos nombre que “In the Court of the Crimson King” o “Larks’ Tongues in Aspic” pero con una calidad igual o mayor. Un disco que por mucho que se oiga no cansa.


'Tears of joy at the birth of a brother
Never alone from that time

Sixteen years through knife fights and danger

Strangely why his life not mine'



- "Red" (6:20)
- "Fallen Angel" (6:00)
- "One More Red Nightmare" (7:07)
- "Providence" (8:08)
- "Starless" (12:18)

Copyright Zigy 2004-2005