6.10.04

"Master of Puppets" de Metallica

Este artículo fue publicado en la web de periodismo musical www.musicss.net en Enero de 2004. Por motivos de autoría me he permitido publicarlo en este blog, dado que www.musicss.net desapareció hace varias semanas.




1986. El tercer álbum de Metallica es una obra maestra, no sólo del metal sino de la música en general. En más de una ocasión estilos como el metal o el punk han sido el vertedero de músicos que no daban la talla en otros estilos. Es complicado tocar el punteo de “Comfortably Numb”, ya que cualquier fallo se oirá patéticamente al instante; sin embargo, y generalizando, tocando un punteo metal, si se te va la mano, no ocurrirá nada, ya que la pared de sonido que crean una batería con doble bombo, un bajo distorsionado y un par de guitarras a tope hace imposible distinguir nada. Esta fama es la que le han dado al metal muchos grupos mediocres que han ido tintando al género de una fama no merecida. Sin embargo, vaya el lector a su discoteca y coja el “Master Of Puppets”, acomódese en un sillón y provéase de unos buenos cascos. Ahora vamos a ver en qué consiste el metal de calidad.

En 1986 Metallica estaban inmersos en una gira por Suecia, en mitad del frío del norte. Los viajes entonces se realizaban generalmente a dudas en autobús, con más o menos lujos, pero no en avión, a menos que el grupo tuviera una cantidad importante de ingresos. En tal caso, los ratos en el vehículo eran frecuentes y prolongados, tanto que al conductor le podía entrar sueño o despistarse por un momento. Este puede ser el motivo del fallecimiento del genial Cliff Burton, bajista de Metallica hasta el 27 de septiembre de 1986. Cuando el autobús donde la banda viajaba volcó todos salieron mal parados, heridas por todos lados, pero quien más perdió fue la música, porque un talento como Burton sale de mucho en mucho. Y esto se nota en “Master Of Puppets” especialmente, donde su bajo está presente especialmente. Tras este disco el bajista Jason Newsted fue el sustituto de Burton, y posiblemente por ahí empezara la decadencia del grupo, ya que, si bien “...And Justice for All” (1988) es un gran disco, aún contiene composiciones póstumas de Burton. Aún así, algunos temas que él había dejado escritos se tocaron posteriormente, como “To Live is to Die”, cuyas partituras se encontraron junto a Cliff en el accidente.

El caso es que “Master Of Puppets” se graba en los Estudios Sweet Silence de Dinamarca a finales de 1985. El disco fue producido por Flemming Rasmussen y los propios Metallica, antes de que en trabajos venideros Bob Rock tomara las riendas de este asunto. “Battery” es la primera canción, y desde el principio temas con mucha fuerza. El punteo del principio incluye una guitarra española lenta, y tras esto las eléctricas entran para conformar uno de los temas preferidos para los directos del grupo. Es un tema épico. No porque las letras o los aires del disco lo indiquen, sino por la fuerza y velocidad de los instrumentos. Cuando uno oye estas canciones le dan ganas de salir a por todo. Hay que decir que tanto “Battery” como “Damage, Inc.”, comienzo y final del disco respectivamente, pasan las fronteras del heavy metal. Prácticamente podemos decir que se trata de temas trash debido a la potencia que les acompaña. Es como si Metallica quisiera rodear el álbum con un aire parecido a los discos anteriores, más fuertes; principio y final del disco nos dejan con el sabor de antaño cuando acaba la grabación. Las seis canciones restantes, las que quedan en mitad, son diferentes en su estilo, más melódicas si cabe.

El segundo corte es “Master Of Puppets”, la canción más larga del disco y otro clásico del grupo desde entonces. De que es una gran canción no nos queda duda, pero la parte que nos lleva al séptimo cielo es esa en la que todo se vuelve pacífico de repente. Cualquiera que haya oído esta canción habrá tenido esa sensación de tranquilidad que de repente invade al oyente, como si todo se pausara unos momentos dejándonos respirar profundamente. Sobre esa misma melodía vuelve más tarde la fuerza de antes, para acabar el tema con los mismos acordes que empezó. Sigue “The Thing That Should Not Be”, canción constantemente acompañada de ese aire tétrico que ya se insinuaba en la portada. Casi todo en este disco destila malestar, protesta, repulsión y destrucción; es el resumen del modo de vida del heavy. En “The Thing That Should Not Be” y “Sanitarium” las letras lo demuestran claramente, sobre todo en la segunda, en la que nos habla un paciente desde un hospital psiquiátrico, desesperado por no poder dejar aquel lugar. Precisamente este tema pasará a la lista de clásicos de Metallica, no sólo por la letra, sino sobre todo por los excelentes solos de guitarra y la melodía de la voz. En ese aspecto es de las mejores del grupo.



Hay quienes opinan que “Master of Puppets” es superado por “Ride the Lightning” o “...And Justice For All” como mejor trabajo de Metallica, y entre otros argumentos, se basan en que “Disposable Heroes” y “Leper Messiah” bajan el nivel de las demás canciones. Hay que reconocer que son canciones menos trabajadas, cercanas a los primeros tiempos del grupo: con más corazón y menos cabeza. Puede que “Disposable Heroes” sea demasiado larga al final, pero aún así, ambas nos parecen dignas de aparecer en un disco como este. Después de todo Metallica es heavy metal, y temas como estos son casi obligatorios. Eso sí, si después viene “Orion”, perdonamos cualquier cosa. La mejor canción del disco sin duda alguna es completamente instrumental y demuestra la maestría de la banda para fundir tantas melodías en una sola. A lo largo de sus más de ocho minutos la estrella es Cliff Burton, que prácticamente durante todo el tema toca un solo de bajo. Las guitarras acompañan perfectamente y tocan múltiples solos, la batería pone el ritmo donde hace falta, y el bajo, con un efecto wah, nos deja extasiados al final. Esta canción se pudo oír en el funeral de Cliff, y el propio grupo ha reconocido que es de las preferidas.

Para concluir, como hemos dicho antes, “Damage, Inc.” vuelve con esa violencia característica de los primeros Metallica. ¿Hubiera sido mejor rematar el disco acabando con “Orion” en vez de con esta otra? Probablemente.

Una vez Cliff murió, el grupo se tomó un tiempo de descanso, ya que no estaban preparados ni musical ni mentalmente para seguir con más discos de estudios ni más giras. Sin embargo, cuando había pasado un año decidieron volver a la carga, esta vez con “...And Justice For All” (1988) y el bajista Jason Newsted. Fue entonces cuando empezaron a cosechar grandes éxitos y ser estrellas verdaderamente, pero más de uno echamos de menos a los cuatro jóvenes melenudos culpables del gran “Master Of Puppets”.


‘Sleep my friend and you will see
That dream is my reality
They keep me locked up in this cage
Can’t they see it’s why my brain says rage

Sanitarium, leave me be
Sanitarium, just leave me alone’


1. “Battery” (5:10)
2. “Master Of Puppets” (8:38)
3. “The Thing That Should Not Be” (6:32)
4. “Welcome Home (Sanitarium)” (6:28)
5. “Disposable Heroes” (8:14)
6. “Leper Messiah” (5:38)
7. “Orion (Instrumental)” (8:12)
8. “Damage, Inc.” (5:08)

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