2.9.05

Catástrofes

Increíble lo de las catástrofes naturales. Hace no demasiado, fue un Tsunami devastador en la otra punta del mundo. Esta vez les ha tocado en los intocables EE.UU., y es cuando realmente nos damos cuenta de lo poco que somos en la naturaleza. Tan frágiles, tan diminutos y a punto de desaparecer en cuanto algo más gordo de lo normal ocurre.

Aunque el huracán ha pasado ya por varios estados, la ciudad peor parada por ahora es Nueva Orleans, donde la situación es tan caótica que ya no saben que hacer. En las horas iniciales, entre el caos, la gente se apañaba robando en supermercados y tiendas para poder tener comida y demás artículos básicos, pero ahora que las reservas se están acabando no quedan muchos sitios de donde poder administrarse de primera mano. Y lo que es peor, no parece que la situación vaya a cambiar inminentemente, con cadáveres flotando calle abajo como si nada. Un auténtico desastre.

Y es más desastroso si cabe porque las autoridades parecen estar pasándose la pelota caliente de unos a otros, sin que nadie diga ni haga nada. Pensemos que estamos hablando del país más poderoso del mundo y ni son capaces de auxiliarse a sí mismos...así estamos, sí. De todas las críticas que los propios estadounidenses están haciendo a las autoridades, las más duras van contra Bush, que hoy por primera vez se ha dignado a salir de la Casa Blanca para intentar dar una imagen más cercana a toda la gente. Ni ayudas extra, ni explicaciones de qué va a pasar, ni nadie que se haga responsable de la reconstrucción. En los sitios destruídos, según se ha dicho, todo es un caos porque están absolutamente abandonados. Nadie se pasa por allí para ver qué sucede. Nada. El Superdome, a donde mucha gente fue obligada a ir por motivos de seguridad, ha gastado ya todas las medidas sanitarias qué tenía y ahora doce mil personas se hayan en su interior sin nada para cambiarse o comer.

De todos modos, probablemente lo peor de todo esto (o lo mejor, según para quién) es que se están levantando debates más allá de la catástrofe. Por ejemplo, en Nueva Orleans dos tercios de la población es gente negra. Pregunta: ¿de qué color es el 100% de la gente que vemos por la tele mendigando y muriendo de hambre? Si la respuesta a esto es 'Negro', es que el asunto tiene migas. Según estadísticas de T.V.E., un 30% de la gente en Nueva Orleans vive en la pobreza, y de ellos prácticamente todos son negros. En fin, uno hace números y se encuentra que algo no va muy bien en la supuesta mejor democracia del mundo.

Simplemente esperemos que esto no acabe tan mal como tiene pinta de acabar, y recordemos que, aunque el panorama es desolador, a diario muere también mucha gente en otros lugares de cuyo nombre ni nos acordamos. Otros Katrina llevan pasando años por países con menos suerte y casi ni le damos importancia.


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