Sherlock Holmes
Esto es un pequeño e insignificante homenaje a una de las series, si no la que más, que me influyó de pequeño y una a las que más rato dediqué: "Sherlock Holmes".
Fue una co-producción Japón/Italia y su título original era "Meitantei Holmes". Ni que decir tiene que el autor de este personaje es el escritor sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), y que originalmente no era un perro (el personaje, no el autor). La serie consta de 26 episodios y se estuvo produciendo de 1981 a 1984, aunque a España llegara algo después para variar.
Como todos sabemos se narraban las aventuras de Sherlock Holmes y su elemental y querido Watson. Vivían en Baker Street y unas veces los problemas se presentaban solos; otras veces ellos eran los que iban a ayudar a quien hiciera falta. El malo era Moriarty, con sus dos compañeros de faena de los que no recuerdo el nombre. Éste estaba metido en todos los follones y siempre salía perdiendo, como tiene que ser, que los buenos ganen. Eso sí, aquí hay una diferencia entre la serie y las historias que Conan Doyle escribió: en la narrativa original Holmes y Moriarty nunca se encuentran ni se ven en realidad. Uno conoce al otro de oídas, pero jamás se llegan a cruzar. Sin embargo en la serie sí que se ven algunas veces y saben hasta dónde viven.
Era buenísimo cuando empezaba la cabecera con un sonido como una bocina de un coche de policía o algo así, porque en ese momento me emocionaba y me incorporaba en mi silla con el bocata entre las manos para ver pura aventura. Y por supuesto empezaba la letra: "Sher-lock Holmes, es el único y genial, Sher-lock Holmes, como él no hay otro igual". Me la sabía de memoria, y todavía hoy reconozco que como canción es buena; la letra ya es algo más simple. Los episodios en sí tenían una estructura bastante común: se presentaba el problema, Holmes y Watson llegaban a investigar, había algún que otro problema que parecía insalvable, y finalmente (a veces por medio del famoso Deus ex Machina) la resolución, catarsis, de todo. En la mayoría de los casos Scotland Yard era la encargada oficial de resolver el caso, pero claro, no podían buenamente y al final era Sherlock Holmes el que les despachaba el asunto. Por eso el jefe de Scotland Yard se llevaba mitad y mitad bien con Holmes: le caía bien porque en realidad le sacaba de apuros resolviéndole los casos, pero claro, como le resolvía la cosa, se molestaba de no poder él solo.
A mí una de las cosas que más me gustaban de la serie es que tenía mucho movimiento. No era como "Barrio Sésamo", "La Pantera Rosa" o "Heidi", en las que los personajes estaban mucho quietos y los movimientos eran todavía toscos. En "Sherlock Holmes", cuando había saltos, persecuciones o caídas (y esto era frecuente), parecía que los personajes se movían de verdad, había mucho realismo en lo que hacían. Esto daba lugar a escenas realmente espectaculares. Una de ellas es la famosa imagen en la que los secuaces de Moriarty caen al vacío y se les ve nadando a braza en el aire...sublime. También la foto de la izquierda es de un episodio muy movido, en el que al final Holmes y otro personaje saltan en décimas de segundo de un avión que se cae hasta un coche, que instantes después cae en tierra y sigue a toda velocidad, mientras el avión se precipita al vacío. Cuando yo veía esto de pequeño me quedaba embobado y estoy seguro de que me levantaba y estiraba en la silla, tal era mi emoción. Siento decirlo por las nuevas generaciones, pero lo que se vió en los 80 no se verá jamás de nuevo. Suena duro pero es cierto. Y "Sherlock Holmes" se encuentra en mi particular altar de dibujos animados.
En fin, eso es todo. No sé a cuento de qué me ha venido esta serie hoy a la cabeza, pero me alegro porque así le hago este pequeño recordatorio. Hay imágenes y escenas que tengo grabadas en mi memoria de tal forma que me vienen a la cabeza hasta frases de los personajes o la música, así que se merecía esto al menos
Por último, los nombres de los creadores de la serie, que también merecen ser nombrados:
Autor: Arthur Conan Doyle
Realizador: Hayao Miyazaki, Kyôsuke Mikuriya
Escenarios: Hayao Miyazaki, Sunao Katabuchi, Tsunehisa Itô
Diseño de personajes: Yoshifumi Kondô
Decorados: Nizô Yamamoto
Productora: TMS
Fue una co-producción Japón/Italia y su título original era "Meitantei Holmes". Ni que decir tiene que el autor de este personaje es el escritor sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), y que originalmente no era un perro (el personaje, no el autor). La serie consta de 26 episodios y se estuvo produciendo de 1981 a 1984, aunque a España llegara algo después para variar.
Como todos sabemos se narraban las aventuras de Sherlock Holmes y su elemental y querido Watson. Vivían en Baker Street y unas veces los problemas se presentaban solos; otras veces ellos eran los que iban a ayudar a quien hiciera falta. El malo era Moriarty, con sus dos compañeros de faena de los que no recuerdo el nombre. Éste estaba metido en todos los follones y siempre salía perdiendo, como tiene que ser, que los buenos ganen. Eso sí, aquí hay una diferencia entre la serie y las historias que Conan Doyle escribió: en la narrativa original Holmes y Moriarty nunca se encuentran ni se ven en realidad. Uno conoce al otro de oídas, pero jamás se llegan a cruzar. Sin embargo en la serie sí que se ven algunas veces y saben hasta dónde viven.
Era buenísimo cuando empezaba la cabecera con un sonido como una bocina de un coche de policía o algo así, porque en ese momento me emocionaba y me incorporaba en mi silla con el bocata entre las manos para ver pura aventura. Y por supuesto empezaba la letra: "Sher-lock Holmes, es el único y genial, Sher-lock Holmes, como él no hay otro igual". Me la sabía de memoria, y todavía hoy reconozco que como canción es buena; la letra ya es algo más simple. Los episodios en sí tenían una estructura bastante común: se presentaba el problema, Holmes y Watson llegaban a investigar, había algún que otro problema que parecía insalvable, y finalmente (a veces por medio del famoso Deus ex Machina) la resolución, catarsis, de todo. En la mayoría de los casos Scotland Yard era la encargada oficial de resolver el caso, pero claro, no podían buenamente y al final era Sherlock Holmes el que les despachaba el asunto. Por eso el jefe de Scotland Yard se llevaba mitad y mitad bien con Holmes: le caía bien porque en realidad le sacaba de apuros resolviéndole los casos, pero claro, como le resolvía la cosa, se molestaba de no poder él solo.
A mí una de las cosas que más me gustaban de la serie es que tenía mucho movimiento. No era como "Barrio Sésamo", "La Pantera Rosa" o "Heidi", en las que los personajes estaban mucho quietos y los movimientos eran todavía toscos. En "Sherlock Holmes", cuando había saltos, persecuciones o caídas (y esto era frecuente), parecía que los personajes se movían de verdad, había mucho realismo en lo que hacían. Esto daba lugar a escenas realmente espectaculares. Una de ellas es la famosa imagen en la que los secuaces de Moriarty caen al vacío y se les ve nadando a braza en el aire...sublime. También la foto de la izquierda es de un episodio muy movido, en el que al final Holmes y otro personaje saltan en décimas de segundo de un avión que se cae hasta un coche, que instantes después cae en tierra y sigue a toda velocidad, mientras el avión se precipita al vacío. Cuando yo veía esto de pequeño me quedaba embobado y estoy seguro de que me levantaba y estiraba en la silla, tal era mi emoción. Siento decirlo por las nuevas generaciones, pero lo que se vió en los 80 no se verá jamás de nuevo. Suena duro pero es cierto. Y "Sherlock Holmes" se encuentra en mi particular altar de dibujos animados.
En fin, eso es todo. No sé a cuento de qué me ha venido esta serie hoy a la cabeza, pero me alegro porque así le hago este pequeño recordatorio. Hay imágenes y escenas que tengo grabadas en mi memoria de tal forma que me vienen a la cabeza hasta frases de los personajes o la música, así que se merecía esto al menos
Por último, los nombres de los creadores de la serie, que también merecen ser nombrados:
Autor: Arthur Conan Doyle
Realizador: Hayao Miyazaki, Kyôsuke Mikuriya
Escenarios: Hayao Miyazaki, Sunao Katabuchi, Tsunehisa Itô
Diseño de personajes: Yoshifumi Kondô
Decorados: Nizô Yamamoto
Productora: TMS
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