11.9.04

Patética disertación filosófico-musical

La música contemporánea en general apesta. En eso estamos de acuerdo más de uno. Y no estoy diciendo que todo lo que se hace sea malo, pero las posibilidades de encontrar algo que no sea pum-pum-pum o pachanguero son más escasas que hace algunos años. Por eso, cuando salgo un fin de semana por la noche para darme una vuelta por ahí nunca espero oír buena música. Antes albergaba ciertas esperanzas, pero cuando te dan un palo una vez, y otra, y otra, pues al final comprendes que simplemente no has nacido en la época musical correcta. Las bulerías y similares causan un daño cerebral tan enorme que me compadezco de aquellos que, como yo, repudien esa música y tengan que aguantarla a la fuerza, cuando a tus amigos sí que les gusta. Yo estuve en esa situación un tiempo, hasta que por fin pude salir de la espiral. Ahora sigo saliendo por ahí, y sigo sin esperar oir buena música, pero al menos no entro a discotecas ni pubs destinados a bailar.

Toda esa situación puede parecer triste, pero cuando te ocurre algo como lo que me pasó a mí anoche piensas en recuperar la fé. Estando en un pub, y sin pedir la canción, pusieron a todo volumen "Can't You Hear Me Knocking", del disco "Sticky Fingers" de los Stones. No sé por qué pero a ese tema le veo una aire a fiestas de los setenta, a guateque, y ayer justo cuando mejor estaba la noche con mi grupo habitual de amigos lo pusieron en el pub. La verdad es que lo que sentí fue como si en realidad no estuviera pasando. ¿Esta canción en este lugar? Pues sí, era verdad, y la disfruté como pocas veces. Y encima luego siguieron las mejores de los Guns 'n' Roses, alguna de los Red Hot Chili Peppers...si a eso le sumas una buena compañía pues el resultado es una gran noche entre amigos (joer, parece esto un programa de José Luis Moreno). Y eso es todo. Me prometí ponerlo al oír la canción de los Stones, y ahora parece un post bastante ridículo, pero lo tenía que hacer.

Y para finalizar una cosa: puede ser que la clave de todo esto sea la buena música, alguna cerveza que otra en el estómago o la luna llena, pero de lo que estoy seguro es que si alrededor de uno no estuvieran sus amigos el asunto perdería bastante chispa. Por eso aquí os dejo con dos de ellos en pleno estado eufórico:


2 Tonterí­as:

Según Blogger aguantísimo...

Hum, eso es lo que pienso yo, Zig, siempre estoy en las mismas. El problema es, los que nos gusta something diferente, pues semos 4. Mú pocooooo.

Y fiestas en casa...sí, ya lo intentamos, pero bueno, semos demasiados jovenes, con lo que...a esperar a irse a vivir a un pisito de 40m2 y a disfrutar de la vida con un par de birras y cualquier cosa de mi discoteca de fondo...

18:16  
Según Blogger Jesús...

Oye spooky, no te creas que en mi grupo de amigos el día que nos juntamos siete ya somos "todos", jajaja. La media de los días que salimos por ahí es ir cuatro, así que no te creas. Pero es que tengo más que comprobado que la noche que te crees que va a ser una mierda y te vas a volver a casa pronto y aburrido, ésa es la mejor de todas. Al final acabas tomándote los churros y con agujetas en la barriga de todo lo que te has reído.

Al principio eso de ser pocos era chungo, pero ya no xDD

00:29  

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