6.9.04

Maradentro



y nadar mar adentro
y no poder salir

Bueno, pues ayer fui a ver “Mar Adentro”, la última de Amenábar. No hay palabras. Entras a ver una película y sales como en otro mundo, como si hubieras pasado en Galicia media vida y entendieras perfectamente la situación de los tetrapléjicos. Ayer era domingo, pero al acabar la sesión estaba como desorientado, como perdido y además tenía una sensación de tristeza.

Hay que ver cómo se mete en el personaje Javier Bardem, incluso el acento a gallego lo clava. Los papeles están perfectamente repartidos; parece como si cada actor hubiera nacido para representarlo. No estoy muy puesto en cine, así que no me sé los nombres de la mayoría de los actores, pero como todos nos entendemos diré que Manuela y su hijo Javi son clave para Ramón, los que más le cuidan. Además de la historia principal, la de Ramón Sampedro, se introduce una paralela en la que Julia (Belén Rueda) es una abogada que sufre una enfermedad degenerativa. Estando ella lúcida, entabla amistad con Ramón y pasa en su casa una buena temporada trabajando en su caso del juicio. Una vez muerto él, Julia aparece sin siquiera poder seguir una conversación de tan mal como se encuentra ya. Impresiona ver a alguien decaer así poco a poco. Finalmente, de entre los personajes que más me gustaron, Rosa (Lola Dueñas) es la persona que da a Ramón el cianuro. Ella se enamora de Ramón y más de una vez le intenta convencer de que no lo haga, pero esta frase la convence: “La persona que de verdad me ame será la que me ayude a morir”. Al final ella lo lleva a vivir a su casa unos días y ahí le da la bebida.

Total, que cuando te levantas de la butaca y te vas no paras de darle vueltas a la cabeza. Te sientes identificado con lo que ocurre en la pantalla. Aún así, la película tiene bastantes momentos graciosos, casi siempre con Ramón bromeando sobre su situación. Se producen contrastes que dejan al espectador entre la risa y el llanto. Esa fue mi tarde de domingo. Todo bien hasta que a la salida me encuentro con un conocido que me suelta la joya “y encima Amenábar es maricón”. Espero que él pueda optar a ver “Garfield” y sacarle el significado más profundo; creo que más de sí no daría. En fin, no podía ir todo perfecto, era ya demasiado.

Hay una frase que es significativa en la película. Ocurre en esos momentos en los que sus conocidos intenta convencer a Ramón de que no se quite la vida. No la recuerdo al pie de la letra, pero más o menos era así: “Vivir es un derecho, no una obligación”.

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