Nieve

Con retraso respecto a la actualidad, pero aquí estoy: ¡ha nevado! Este post se veía venir de lejos, pero es que una nevada así en Jaén no ocurre frecuentemente, así que había que percatarse de la noticia. Aquí lo suyo sería que yo tuviese una cámara digital, que hubiera echado fotos y que las pusiera aquí para verlas. No. Me limitaré a decir que todo estaba blanco y ya está; creo que no es muy complicado de imaginar.

Pero está curioso cómo en una ciudad en la que nunca nieva la gente se descoloca y hace cosas pocos comunes. Para empezar, esa mañana a primera hora nuestra maravillosa juventud insistía en hacernos saber su regocijo, aunque no fueran ni las 8 de la mañana. Pero lo más espectacular es la cantidad de caídas que pude ver en una sola mañana por el centro de la ciudad. No lo digo de cachondeo, pero es que cada cien metros alguien iba al suelo, y claro, cuando caía uno iba alguien a ayudarle también pegaba un resbalón o se le iba un pie. La situación era peculiar. Yo, por descontado, no ayudé a nadie.

También tengo que contar el rato que pasé una de las mañanas que me fui a correr. Yo salí de mi casa cuando hacía sol, nada de viento y se estaba fresquito, pero ya está. Y a los diez minutos, cuando ya estaba por ahí, se cubre todo de nubes y empiezan a caer copos de nieve. Bien. Después de tres cuartos de hora llegué acolchado de blanco y chorreando. Eso sí, lo mejor es cuando los copos te van pegando en la cara y según tocan se van derritiendo, jejeje. En fin, han sido sólo un par de días de nevada, pero la verdad es que podía nevar más a menudo, que se ve todo más bonito (quizás los agricultores no opinen igual que yo).


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