Košická Kronika VI - Polonia
Destino: Cracovia. En sí, parece fácil: ver la ciudad. Pero, ¿qué hace uno cuando el tren llega a las 5.15 de la mañana? Pues nada, liarse a andar y punto. Así que llegamos a Cracovia a esa hora, dejamos la maleta en el hostal y ale, al grano.
Era sólo un día, así que no nos podíamos entretener mucho. Cuando nos pusimos en marcha nos dimos cuenta de que a esa hora sí hace fresco todavía, y bastante, pero nos tomamos un cafelete y un par de dulces y listos. A propósito, los dulces polacos increíbles, tal y como nos habían recomendado.
Lo primero fue bajar hasta Kazimierz, la zona judía y ver varias sinagogas, aunque sólo desde fuera porque, siendo sábado, no se podía entrar. Muchas iglesias en general en toda la zona, cosa que confirma lo de que los polacos son muy católicos.
Era sólo un día, así que no nos podíamos entretener mucho. Cuando nos pusimos en marcha nos dimos cuenta de que a esa hora sí hace fresco todavía, y bastante, pero nos tomamos un cafelete y un par de dulces y listos. A propósito, los dulces polacos increíbles, tal y como nos habían recomendado.
Lo primero fue bajar hasta Kazimierz, la zona judía y ver varias sinagogas, aunque sólo desde fuera porque, siendo sábado, no se podía entrar. Muchas iglesias en general en toda la zona, cosa que confirma lo de que los polacos son muy católicos.
Un edificio cualquiera
Un rato con calma dando una vuelta y nos fuimos acercando a Wawel, el castillo de la ciudad. Como ya puse en otro post, los castillos de esta zona de Europa no son siempre castillos como nos imaginamos normalmente, en el sentido de fortalezas. En Cracovia pasa lo mismo: dentro de las murallas está la catedral, varios edificios, y aposentos reales y de la nobleza en general. A estas alturas ya había salido el sol, y se agradecía, porque íbamos algo ligeros de ropa. Y muchos turistas, más de los que nos imaginábamos, sobre todo por un paseo que corre junto al río Wisła y que estaba lleno de gente haciendo deporte y paseando. Encima se juntó que era domingo y ya estaba todo lleno de familias y demás.
Vista del río Wisła desde Wawel
Cuando habíamos visto Wawel seguimos hacia el centro, siempre viendo iglesias por el camino con gente que iba a misa. Muy religosos, eso. Y ahora sí que estábamos en la zona turística 100%: la plaza del mercado. Impresionante. Jamás me hubiera imaginado que Cracovia es así. Uno oye Praga, Budapest, Viena, etc. como grandes ciudades de Centroeuropa, pero Cracovia no tiene absolutamente nada que envidiarle, ni en monumentos ni en ambiente ni en nada. Así que metedla en vuestros planes si venís por la zona.
La plaza del mercado es definitivamente el centro de la ciudad. Justo detrás de mí en la foto está el mercado, donde se venden las clásicas joyas de ámbar y de todo tipo en general. Por supuesto, hasta los topes de gente curioseando y comprando. Además de ser sitio típico de compras de este tipo, no es nada caro, así que eso explica el gentío que había. También es típico de aquí el ajedrez, y los había de todos los tipos y tamaños, pero no me compré uno porque si no se va uno llevando todo lo que ve.
Aparte de lo dicho, la plaza es la más grande de toda Europa; se tardan unos 10 minutos en cruzarla de un extremo a otro a paso normal. La torre que se ve en la foto es del antiguo ayuntamiento. Para terminar, en la plaza hay varias iglesias, edificios chulísimos y ese día había unas actividades de las facultades de la universidad y conciertos al aire libre (nos tomamos un helado de nitrógeno, entre otras cosas, jaja). Vamos que echamos un rato muy chulo ahí.
La plaza del mercado es definitivamente el centro de la ciudad. Justo detrás de mí en la foto está el mercado, donde se venden las clásicas joyas de ámbar y de todo tipo en general. Por supuesto, hasta los topes de gente curioseando y comprando. Además de ser sitio típico de compras de este tipo, no es nada caro, así que eso explica el gentío que había. También es típico de aquí el ajedrez, y los había de todos los tipos y tamaños, pero no me compré uno porque si no se va uno llevando todo lo que ve.
Aparte de lo dicho, la plaza es la más grande de toda Europa; se tardan unos 10 minutos en cruzarla de un extremo a otro a paso normal. La torre que se ve en la foto es del antiguo ayuntamiento. Para terminar, en la plaza hay varias iglesias, edificios chulísimos y ese día había unas actividades de las facultades de la universidad y conciertos al aire libre (nos tomamos un helado de nitrógeno, entre otras cosas, jaja). Vamos que echamos un rato muy chulo ahí.
Plaza del mercado principal
Después de echar un buen rato ahí, nos fuimos a comer y luego por la tarde seguimos por la zona. Pero claro, hay que tener en cuenta que llevábamos desde las 6 o así dando vueltas, así que para las 19.30 ya estábamos en el hostal y a las 20.30 en la cama. Sí, no es broma, a las 20.30. Pero para el día siguiente merecería la pena estar descansados.
Y mereció la pena porque nos acercamos al cercano pueblo de Oświęcim (a 50 kilómetros), más conocido por el nombre alemán de Auschwitz. No hace falta decir que fuimos a ver el campo de concentración. Y lo que vimos aquí no tiene nombre. No voy a explicar nada de esto porque ya es suficientemente conocido. Simplemente comento que en directo impresiona mucho. Es inimaginable lo que hay ahí metido sólo viendo los documentales que todos conocemos. Lo que se conoce en general como Auschwitz es en realidad el campo número 2 (Auschwitz II - Birkenau), que es donde estaban las barracas, crematorios, cámaras de gas, etc. El campo 1 (Auschwitz I) era un centro administrativo y no causó "tantas" muertes. Fue en Birkenau donde murieron miles de personas en una máquina de matar perfectamente engrasada.
Simplemente comento que pasar por debajo de la entrada presidida por el famoso "Arbeit macht frei" es una experiencia alucinante, un paso atrás en el tiempo. Y el primer golpe de vista de Birkenau lo mismo. Recomiendo mucho a cualquiera que pueda que vaya a este sitio; hace plantearse lo de homo homini lupus.
En fin, remito a la wikipedia para más información.
Y mereció la pena porque nos acercamos al cercano pueblo de Oświęcim (a 50 kilómetros), más conocido por el nombre alemán de Auschwitz. No hace falta decir que fuimos a ver el campo de concentración. Y lo que vimos aquí no tiene nombre. No voy a explicar nada de esto porque ya es suficientemente conocido. Simplemente comento que en directo impresiona mucho. Es inimaginable lo que hay ahí metido sólo viendo los documentales que todos conocemos. Lo que se conoce en general como Auschwitz es en realidad el campo número 2 (Auschwitz II - Birkenau), que es donde estaban las barracas, crematorios, cámaras de gas, etc. El campo 1 (Auschwitz I) era un centro administrativo y no causó "tantas" muertes. Fue en Birkenau donde murieron miles de personas en una máquina de matar perfectamente engrasada.
Simplemente comento que pasar por debajo de la entrada presidida por el famoso "Arbeit macht frei" es una experiencia alucinante, un paso atrás en el tiempo. Y el primer golpe de vista de Birkenau lo mismo. Recomiendo mucho a cualquiera que pueda que vaya a este sitio; hace plantearse lo de homo homini lupus.
En fin, remito a la wikipedia para más información.
Auschwitz I
"Arbeit macht frei"
(El trabajo libera)
"Arbeit macht frei"
(El trabajo libera)
Auschwitz II - Birkenau
3 Tonterías:
Por fortuna, la maquinaria de Auschwitz no estaba tan engrasada o aquella barbarie se hubiese multiplicado por tres.
Salvo Auschwitz, parece una gozada de viaje.
Vaya, una gozada de viaje. Pero no te creas: Auchwitz también. A su manera, claro.
Desde que llegasteis a Kosice hemos seguido todas vuestras andanzas hasta llegar a este penúltimo viaje. Una experiencia única, de las que dejan huella.Con respecto a Auschwitz, qué decir. Nunca más. ¿Cuándo acabarán los genocidios? Quizás cuando podamos sentir como Jean Renoir: "Hoy, ya regenerado, puedo decir que lo único que puedo aportar a este mundo, brutal e ilógico, es mi amor" Dovi.
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