10.3.07

Košická Kronika IV - Viaje por "Checoslovaquia"

Os tengo abandonados, lo sé. Pero es lo que hay. Al grano:

Tremendo viaje nos pegamos del 17 al 21 de febrero por las Repúblicas Checa y Eslovaca. El recorrido fue 'Bratislava-Berno-Praga' y vuelta a Košice. Fue un tremendo palizón, pero mereció la pena totalmente por todo lo que pudimos ver nuevo. Pequeño resumen:

Llegamos a Bratislava hacia las 11.00 del día 17 y nos fuimos directos al albergue que teníamos reservado. Lo justo para dejar las cosas y nos fuimos. Nos hizo un día muy bueno, y pudimos ver perfectamente la catedral y el castillo; la foto de abajo es desde el camino que sube del casco antiguo al castillo, con el Danubio al lado de la ciudad. Luego nos tomamos unos bryndzové halušky (el plato nacional eslovaco) que nos dejaron bien llenos y nos fuimos hacia la orilla del río para echar por ahí la tarde. Lo último fue tomarse un buen chocolate caliente típico de aquí y tirar hacia el abergue, que ese día habíamos dormido bien poco. A las 22.00 estábamos fritos.



La siguiente parada fue en Berno el día 18, ya en la República Checa. Lo que más recuerdo de este día fue el frío. Frío, mucho frío, tanto que cuando entrábamos en un sitio cerrado daban ganas de no salir más de allí. Ese día vimos el castillo de Spilberk, la catedral de San Pablo y San Pedro y otros edificios turísticos de la ciudad. La ciudad merece la pena, aunque todo el frío que hizo nos obligó a meternos en el hotel pronto, porque no aguantábamos más rato en la calle. La foto de abajo es desde los jardines del castillo hacia la ciudad:



Y llegamos el día 19 a Praga. Aquí podríamos contar mucho, pero hay que resumir: el primer día llegamos casi a la hora de comer, así que sólo tuvimos la tarde para andar. Ese día tomamos contacto con el centro de la ciudad (en la foto el famosísimo reloj astronómico) y echamos bastante rato en el Museo del Comunismo, que tiene información, fotos y vídeos de esa época en Checoslovaquia. De ahí al albergue y a dormir.



El segundo asalto a la ciudad (día 20) fue un no parar. Subimos andando al castillo, y subrayo lo de andando porque no cogimos nada de transporte público en Praga; todo fue a pie, y hay algunas distancias considerables de unas partes a otras. Bueno, pues en el castillo (el más grande del mundo según el Libro Guinness de los Récords) echamos toda la mañana, y más que hubíeramos podido echar, porque eso no se acaba: la catedral de San Vito, la Callejuela Dorada (con la casa donde vivió Kafka, foto de abajo), etc. Nos gustó mucho, aunque todo estaba llenísimo de gente, muchos de ellos españoles.



Para comer ese día fuimos al afamado restaurante U Fleků, donde nos clavaron a base de bien pero que mereció la pena por probar las salchichas y la cerveza negra casera que hacen. Ahí comimos al lado de unos granaínos que nos empezaron a contar cosas sobre una multa que les pusieron por no pagar en el metro y no sé qué más cosas; en fin, salimos bien calenticos y seguimos el camino. La tarde la echamos callejeando por el casco antiguo y conociendo los puentes, sobre todo Karluv Most, el Puente de Carlos, lleno de artistas y turistas echando fotos. La visión nocturna del castillo desde ahí es increíble.

Y ya llegamos al día 21. Toda la mañana la pasamos en el barrio judío, donde hay mucho mucho que ver entre sinagogas, exposiciones y museos. Ahí tienen muy en cuenta lo que pasaron los judíos con el nazismo, así que hay constantes placas y recordatorios a los muertos. Sobre todo, impresiona el Viejo Cementerio Judío, donde hay más de 12.000 personas enterradas en varias capas de tierra con los años, unas sobre otras. Hay muchas leyendas de aquí, pero destaca la del Golem, figura que está presente por toda la ciudad. Este cementerio pone los pelos de punta, vamos casi mal cuerpo:



Esa tarde la pasamos viendo sitios importantes que nos quedaban por ahí colgados. Nos gustó mucho la Plaza de Wenceslao, explanada enorme que es conocida entre otras cosas por que ahí se inmoló el estudiante checo Jan Palach como protesta política y se convirtió en un mito para las manifestaciones de este tipo. Ese día buscamos algún recuerdo para llevarnos y nos pasamos por el centro y la orilla del río para hacernos alguna foto de última hora:





Lo último fue ir al albergue para recoger las maletas y larganos a la estación de tren, porque a las 00.15 o así salía nuestro tren de vuelta. Fueron 12 horas de viaje, menos mal que habíamos cogido coche-cama y (casi) ni nos enteramos.

2 Tonterí­as:

Según Blogger Pesea...

Aquí mi tontería:
Las fotos de la ciudad están geniales.

10:51  
Según Anonymous Anónimo...

Mu apañaiko tu resumen lerele, xo weno ya me kontarás en persona mejor jijijiji talué!!!

20:48  

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