Kéfir
Hace ya una temporada que tomo kéfir. ¿Que qué es eso? Pues vamos a ver. Se trata de un compuesto de diversas bacterias y levaduras que son capaces de transformar la leche normal en algo así como un yogur, para entendernos. Proviene originalmente del Cáucaso, y por sus características está comprobado que hace que la longevidad de aquella gente sea mayor que la de los que bebemos leche normal. Aunque lo he comparado con el yogur, no es lo mismo, porque el kéfir digamos que fermenta la leche más todavía, con lo que es menos pesado y ayuda más al aparato digestivo a trabajar.
La gracia del kéfir es que es relativamente difícil de conseguir, pero una vez que consigues hacerte con uno, tú mismo puedes elaborar la leche de kéfir en tu casa. Lo único que tienes que hacer es meterlo en un recipiente no metálico, echarle la leche y, en un plazo de 24 a 48 horas, tendrás la leche ya hecha para consumir. Cuanto más se deja la leche en kéfir, más se fermenta y más fuerte es el sabor. Ya es cuestión de probar. Yo he visto en varios sitios leche de kéfir comercializada, en bricks, pero supongo que el sabor variará bastante. Algún día quizás lo pruebe por gusto. Igualmente, se puede fabricar en casa queso de kéfir, pero eso miradlo en los enlaces del final.
También el sabor del kéfir se puede comparar al del yogur. Después de colar la leche, la textura es más espesa, y si uno se lo toma sin azúcar lo notará bastante amargo. Eso sí, es bastante más ácido que el yogur y el sabor es peculiar. Nada más dármelo, empecé a probar y cada día variaba un poco (echándole más o menos leche, dejándolo más o menos tiempo, etc.), y ya llega un punto en que te lo conoces perfectamente para poder dejarlo en el punto que te va gustando.
Otra ventaja del kéfir es que va creciendo. Con la leche que va fermentando y que nosotros nos tomamos, él se alimenta y así va agrandando con los días, hasta que llega un momento en que pide tanta leche al día que hay dos opciones: una, tirar algo a la basura directamente; la otra es la mejor opción. Se trata de dárselo a alguien. Sólo hay que coger un poco, meterlo también en leche e irlo pasando. Así cada vez más gente puede irlo probando y se va extendiendo, cosa que de otro modo sería bastante complicado.
Bueno, pues quería hablar de esto hace ya bastante y por fin he encontrado un hueco para ponerlo. Hay más cosas que no he comentado, pero si estáis interesados en internet hay bastante información. Por supuesto, tengo kéfir en casa, y si alguien quiere sólo tiene que pedirlo. El problema es que si no sóis de Jaén va a estar complicado mandarlo por correo certificado, así que mejor en persona.
P.D.: el kéfir es un hongo, así que no, no tienes ojos, ni le duele cuando lo partimos, ni nos saluda por las mañanas.
Algunos enlaces por si queréis ver las ventajas que tiene sobre el yogur y la leche:
http://www.xente.mundo-r.com
http://www.enbuenasmanos.com
http://www.salud.bioetica.org
La gracia del kéfir es que es relativamente difícil de conseguir, pero una vez que consigues hacerte con uno, tú mismo puedes elaborar la leche de kéfir en tu casa. Lo único que tienes que hacer es meterlo en un recipiente no metálico, echarle la leche y, en un plazo de 24 a 48 horas, tendrás la leche ya hecha para consumir. Cuanto más se deja la leche en kéfir, más se fermenta y más fuerte es el sabor. Ya es cuestión de probar. Yo he visto en varios sitios leche de kéfir comercializada, en bricks, pero supongo que el sabor variará bastante. Algún día quizás lo pruebe por gusto. Igualmente, se puede fabricar en casa queso de kéfir, pero eso miradlo en los enlaces del final.
También el sabor del kéfir se puede comparar al del yogur. Después de colar la leche, la textura es más espesa, y si uno se lo toma sin azúcar lo notará bastante amargo. Eso sí, es bastante más ácido que el yogur y el sabor es peculiar. Nada más dármelo, empecé a probar y cada día variaba un poco (echándole más o menos leche, dejándolo más o menos tiempo, etc.), y ya llega un punto en que te lo conoces perfectamente para poder dejarlo en el punto que te va gustando.
Otra ventaja del kéfir es que va creciendo. Con la leche que va fermentando y que nosotros nos tomamos, él se alimenta y así va agrandando con los días, hasta que llega un momento en que pide tanta leche al día que hay dos opciones: una, tirar algo a la basura directamente; la otra es la mejor opción. Se trata de dárselo a alguien. Sólo hay que coger un poco, meterlo también en leche e irlo pasando. Así cada vez más gente puede irlo probando y se va extendiendo, cosa que de otro modo sería bastante complicado.
Bueno, pues quería hablar de esto hace ya bastante y por fin he encontrado un hueco para ponerlo. Hay más cosas que no he comentado, pero si estáis interesados en internet hay bastante información. Por supuesto, tengo kéfir en casa, y si alguien quiere sólo tiene que pedirlo. El problema es que si no sóis de Jaén va a estar complicado mandarlo por correo certificado, así que mejor en persona.
P.D.: el kéfir es un hongo, así que no, no tienes ojos, ni le duele cuando lo partimos, ni nos saluda por las mañanas.
http://www.xente.mundo-r.com
http://www.enbuenasmanos.com
http://www.salud.bioetica.org
2 Tonterías:
El mío me duró dos semanas. En el primer traslado se me ahogó.
La verdad es que me gustaba bastante. Hay gente a la que le da asco, pero aconsejo a todo aquél que tenga cierta curiosidad que lo pruebe.
Mi abuela también lo tuvo durante un tiempo, sólo lo tomábamos ella y yo. Le añadíamos un poco de fresa a veces, y estaba buenísimo.
A ver si algún día me acuerdo y compro un poquito. Es una buena inversión.
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