Fiesta salchicha

Este año se hizo esperar, pero como siempre, llegó. La Fiesta Salchicha estuvo con nosotros una vez más. Esta vez ha sido "menos salchicha" que en otras ocasiones, por motivos obvios. La gente: Alberto, Ana Belén, Jesús, Sydney y Virgilio (por riguroso orden alfabético). El motivo: el de siempre. El lugar: el adecuado. La novedad: un barril de cinco litros de oro líquido Franciskaner que nos conquistó el corazón a todos. Además, esta vez hemos comido sano, nada de guarrerías: chuletas, chorizo, morcilla, panceta, pinchos, papas a lo pobre, etc. Menú delicatessen, vamos.

En esos momentos las personas nos volvemos más animales de costumbres que nunca, así que hubo que llevar a cabo las ceremonias de todas las veces, esto es: hacer una ronda antes de irse a la cama, berrear algunas canciones guitarra en ristre o echar unas dianas. Ea, cosas de todos los días. En fin, digamos que ha sido el calentamiento para la inminente feria. ¡¡Sí!!

¿Lo peor? Que como tantas veces no hemos sido capaces de estar todos.

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